"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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17-02-2016 |
Cinco días sin presidente en la isla
El día que llegué a Haití
Nohelia Leal Barrera
Rechazados por sus vecinos de República Dominicana, los haitianos viven entre la pobreza, la corrupción y otros problemas. Desde Puerto Príncipe, Óscar López, un colombiano, nos dibuja un país que trata de progresar.
Tras el carnaval en Haití, la gente vuelve a protestar en las calles para pedir un proceso electoral transparente. El país no tiene presidente desde el domingo. / EFE
Desde el domingo, Haití vive sin un jefe de Estado. A pesar de la crisis política por la que atraviesa el país tras la cancelación en cuatro oportunidades de las elecciones presidenciales, quien ostentaba el cargo, Michel Martely, decidió entregar el poder y marcharse. Las riendas del país las tomó el primer ministro, Evans Paul, quien aceptó el cargo “temporal” a la espera de que el Parlamento elija a un presidente interino que deberá organizar nuevas elecciones generales. Pero en medio del carnaval, la tarea se comenzó a retrasar. “Las fiestas son importantes, van desde el fin de semana hasta antes del miércoles de ceniza. La cultura del haitiano es así, licor, música fuerte y se les olvidan todos los problemas. Nueve meses después se incrementan los nacimientos en Haití”, cuenta desde ese país Óscar Eduardo López, un colombiano que vive en la isla desde 2001. Allí se casó con una haitiana y tuvo cuatro hijos. Todos con doble nacionalidad. Óscar reconoce las falencias estatales y sociales, pero también resalta la fortaleza física y mental del pueblo haitiano para sobreponerse a tantas adversidades. “Hace alrededor de 30 años, Haití era un país próspero, era conocido como la Perla del Caribe, estaba en mucho mejor condición que su vecino, República Dominicana. Pero luego de derrocar la dictadura (1986) cayó en un espiral de violencia y corrupción política que hizo retroceder al país. Los eventos naturales también se han ensañado con el país, comenzando por los huracanes, que en distintas épocas han causado grandes daños y muchas pérdidas humanas. Pero la peor catástrofe de la historia del país fue el terremoto del 12 de enero del 2010. Desde entonces la historia haitiana se partió en dos, el 10 % de su población murió en la tragedia”, cuenta Óscar López.
La reconstrucción ha sido lenta y hoy, seis años después del terremoto, miles de haitianos viven todavía en carpas. “Otro de los temas preocupantes es la salubridad, la mayoría de barrios de bajos recursos no tienen acueducto. En donde sí hay el suministro es por unas horas cada 15 días. El servicio de energía eléctrica también es deficiente; regularmente la ciudad está dividida en sectores y cada uno recibe el suministro de energía aproximadamente por ocho horas al día”.
Confrontar esta realidad no es tarea fácil para un haitiano, mucho menos para un extranjero como Óscar, quien recuerda lo que vivió cuando llegó hace 15 años. “Pensaba que encontraría algo parecido a lo que muestran de Somalia o Etiopía, gente desnutrida por doquier, pero al llegar vi personas fornidas, el desnutrido parecía ser yo”, afirma.
“Durante los primeros 15 días de estadía llegue a deprimirme al ver tanta gente pobre, tirados en los andenes tratando de vender cualquier cosa, especialmente me golpeaba el hecho de pensar que alguien comprara un peluche viejo y descolorido para llevarle a su hijo o hija porque no tenía dinero para uno”, recuerda.
“Con el tiempo pude entender que aunque yo estaba triste de verlos sumergidos en su pobreza, ellos eran felices y me dije: ‘¿Cómo así que yo estoy triste por ellos y ellos muy contentos?', y ahí comprendí su situación. Contradictoriamente a lo que pasa en muchos países de Latinoamérica, incluido Colombia, en Haití es muy difícil ver en la calle casos de robo, o asaltos a mano armada”, explica.
Hoy, Óscar culpa a la corrupción generalizada que se presenta en Haití de la mayoría de los males. De hecho, señala esa razón como la raíz del actual vacío de poder. “La tensa situación que se vive ahora tiene su sustento en los partidos políticos, mas no en un inconformismo de la población”, dice López. “Las manifestaciones políticas regularmente son en fechas programadas, desde el mediodía hasta las seis de la tarde; el resto del día todo es tranquilo como si nada pasara”, agrega.
Antes de llegar a Puerto Príncipe, Óscar López trabajaba para una importante multinacional del sector de construcción. Cuando se presentó la oportunidad de desarrollar su trabajo en Haití, no lo pensó dos veces. Hoy trabaja para una farmacéutica canadiense y aunque Colombia le hace falta, sabe que Haití tiene muchas cosas que ofrecerle. No es el único colombiano allí, calcula que hay cerca de 90 connacionales que trabajan, principalmente, en misiones sociales con el fin de contribuir a sopesar y superar las dificultades que se presentan.
Una tarea compleja. La educación pública, al igual que en varios países de la región, es de baja calidad. “El nivel de las universidades también es bajo, por eso muchos haitianos que tienen recursos estudian en universidades de Estados Unidos, Canadá o Francia. La clase media envía a sus hijos a República Dominicana, en donde se distinguen por obtener excelentes resultados”, dice Óscar. Eso hasta hace unos meses, pues República Dominicana empezó a expulsar a los hijos de haitianos. Miles están en riesgo de ser deportados.
Y así, rechazados por sus vecinos, estigmatizados por la pobreza y señalados por la corrupción, los haitianos esperan que todos los sectores superen la actual crisis política y el país salga del círculo vicioso del caos. Por eso Óscar, al igual que miles de haitianos, sigue apostando por su futuro en Haití.
Propuestas para una transición de ruptura, no de continuidad
Unión Nacional de Normalistas de Haití (UNHOH)
Nuestro país se encamina inevitablemente hacia una transición política que suscita a la vez inquietud y esperanza. Pues en dependencia de la forma en que ella sea abordada, y del nivel político y de vigilancia de los principales actores en lucha, puede conducir hacia la continuidad del status quo , es decir, la continuidad del agravamiento de la situación política, económica y social y en particular la situación miserable de las masas desfavorecidas que están en este momento en la calle para reclamar una mejora significativa de sus condiciones de vida. Pero esta transición puede, por el contrario, inaugurar un nuevo punto de partida, marcar una ruptura, ayudar a establecer las bases para un verdadero cambio si es planificada y conducida en una perspectiva de transformación política, económica y social real.
LA TRANSICIÓN DE LA RUPTURA servirá entre otros para consolidar, potenciar lo conseguido con la extraordinaria victoria popular del 22 de enero del 2016 que marca una etapa importante en la lucha del pueblo haitiano para recuperar su dignidad ultrajada, su soberanía hipotecada, su derecho a la autodeterminación ignorado por la comunidad internacional (CORE GROUP) que busca, contra la voluntad popular, imponerle su ley.
A través de este gran movimiento de movilización, que obligó al poder, al CORE GROUP y sus aliados a suspender sine die las "elecciones" del 24 de enero, el pueblo haitiano reafirma su voluntad de tomar en sus manos su destino y nunca más continuar tolerando la ingerencia de las potencias imperialistas en los asuntos internos de nuestro país y las de otros.
La fecha histórica del 22 de enero 2016 vuelve a confirmar la capacidad del pueblo haitiano para decir NO al racismo, No a lo inaceptable y certifica su voluntad de luchar para que nunca más las decisiones relativas a su presente y a su futuro no sean más el patrimonio de las potencias imperialistas o del CORE GROUP, sino una de sus grandes prerrogativas. Como en el tiempo de la esclavitud en que nuestros ancestros se levantaron para decir no al sistema esclavista deshumanizante, el pueblo haitiano se puso de pie el 22 de enero pasado para decir:
NO a la ingerencia de las embajadas de los países del CORE GROUP que dictan su ley al "poder de turno"totalmente sumiso;
NO a las "elecciones" amainadas por este poder títere y sus patrones del CORE GROUP con el único objetivo de colocar un presidente mucho más servil que, como Jovenel Moise, sea capaz de garantizar de mejor modo la defensa exclusiva de sus intereses en detrimento de los de nuestro país;
NO a un país de rodillas, con dirigentes corruptos , incapaces de erguir su cabeza;
NO a este modo de organización política, económica y social erigido sobre la injusticia, la desigualdad y la exclusión que permite a una pequeña minoría (6%) adueñarse de más del 80% de los recursos del país mientras que las masas populares que constituyen la inmensa mayoría no poseen casi absolutamente nada.
Es conveniente subrayar, de paso, la posición muy valiente expresada en una carta abierta dirigida a las embajadas del "Core Group" y de la Unión Europea con fecha del miércoles 27 de enero de 2016, por un grupo de 53 ciudadanos y ciudadanas de los paises del "Core Group" que viven en HAITÍ.
Este grupo de ciudadanos y ciudadanas ha observado con atención la coyuntura política, las practicas ingerencistas violatorias de la Convención de Viena, de sus representantes diplomáticos en Haití, la ceguera y la sordera políticas del CORE GROUP que lo llevan a apoyar un proceso electoral fraudulento sin futuro.
Y ellos rompieron su silencio para dar a conocer su desacuerdo, su indignación y su incomprensión de esta actitud. De esta manera ellos trascendieron la cuestión de su pertenencia nacional para llegar a proyectar sobre la arrogancia, el racismo del CORE GROUP, los rayos luminosos de su humanidad profunda. El pueblo haitiano acoge favorablemente este posicionamiento y alienta a estos ciudadanos y ciudadanas informados/as , clarividentes y respetuosos/as de su derecho a la autodeterminación, a permanecer en ella. Pues esta postura tan esclarecedora es suceptible de incitar al CORE GROUP a corregirse y cesar estas prácticas de ingerencia tan nefastas.
El movimiento de movilización triunfante del 22 de enero de 2016 y esta crisis multidimensional que vive nuestro país abren el camino para un nuevo proceso en el plano político, económico y social y ofrecen posibilidades extraordinarias de reorganización política económica social que debemos manejar con tacto. Debemos dar prueba de una inteligencia política superior con el fin de aprovechar de la mejor manera estas oportunidades y contornear los múltiples obstáculos que están y serán colocados en nuestra ruta para impedirnos llegar allí.
Como ya ha sido subrayado, el 22 de enero que no ha sido explotado en toda su dimensión por las fuerzas progresistas, no representa la victoria final sino una primera victoria o una victoria parcial que debe ser bien administrada, consolidada, para conducir hacia grandes victorias presentes y futuras. Todas las organizaciones políticas, sociales en lucha que contribuyeron a la realización del 22 de enero, tienen el deber de consolidarla a través de medidas, acciones apropiadas y en una concertación contínua. Pues el poder reinante, el Core Group y sus aliados sorprendidos empantanados, y abrumados, están ya implementando todo lo que esté a su alcance con la finalidad de sabotear esta victoria. Desde ya proyectan crear o construir para su beneficio propio, una especie de caos para intentar justificar un eventual despliegue de otras tropas extranjeras.
Con la idea de eliminar las conquistas del 22 de enero , parecen querer aprovecharse de la situación de precariedad de la mayoría de la población para intentar comprar la conciencia de algunos y enfrentar entre sí a gente de la masa de desfavorecidos que comparten las mismas condiciones de vida miserables, execrables. Debemos estar vigilantes e impedir por todos los medios este enfrentamiento nefasto programado, destinado a conducir hacia esta eventual situación de caos tan buscada y y esperada en vistas a la ejecución de su plan macabro. "Men pa bliye esklav pagen chan kann" . [Recuerden esclavos que no tienen la caña de azúcar].
La victoria del 22 de enero marca un vuelco en la historia contemporánea haitiana (día de la resistencia de las masas haitianas contra Occidente). Ella es una fractura. Marca el fin de la dominación, de la ingerencia, del desprecio, de la arrogancia de las potencias imperialistas y el comienzo de una nueva época, por eso debe ser fortalecida. Para ello, debemos:
I. Reforzar la movilización y abrirle el paso al liderazgo popular:
Continuar y reforzar la movilización en el terreno, único medio capaz de hacer recular al enemigo y garantizar la victoria final;
Definir en forma concensuada con todos los actores en lucha, la agenda del gobierno DE TRANSICIÓN DE LA RUPTURA (el conjunto de los problemas fundamentales y urgentes a tratar durante la transición);
Encontrar en la concertación y sin demora la mejor fórmula a adoptar para llegar a poner en pie un gobierno tal, que se proponga abordar las verdaderas reivindicaciones populares llevadas de manera expresa al terreno de la movilización (reducción de precios de los productos de primera necesidad, trabajo, comidas diarias, educación, alojamiento, cuidados de salud, agua potable, producción nacional, soberanía nacional...)
Definir su composición y los criterios de elección de las personas que deban integrarlo con el fin de evitar en su seno a corruptos patentados, afectos al status quo e incapaces de favorecer ninguna forma de cambio;
Construir inmediatamente, con todos los actores en lucha y otros, un FRENTE UNITARIO de rechazo con un PROGRAMA UNITARIO de transición que aborde a la vez, los problemas coyunturales y los estructurales.
II. Recuperar la soberanía y el prestigio de las instituciones.
Tomar las medidas necesarias para la desocupación del país como lo reclaman las Resoluciones del Senado de fecha 20 de setiembre y del 28 de mayo de 2013;
Repatriar el proceso electoral y hacer de manera que el financiamiento exclusivo de las próximas elecciones esté asegurado por el tesoro público para evitar la digitación del Core Group sobre el proceso;
Poner en funcionamiento la comisión de investigación independiente reclamada por los partidos políticos estafados;
Crear un espacio de debate nacional en donde los actores puedan discutir los problemas fundamentales identificados previamente y otros , a fin de encontrar soluciones viables duraderas, susceptibles de permitir una verdadera reorganización política, económica, social y cultural;
Restaurar el prestigio dañado de las instituciones como la Justicia, la Policía, aquellas que tienen el deber de luchar contra la corrupción, de auditar etc., pero que han sido tan desacreditadas e instrumentalizadas particularmente por el poder actual, que necesitamos esto para permitirles finalmente cumplir con su misión.
III. Asegurar la autonomía del país a nivel económico:
Realizar una verdadera reforma fiscal que permita agrandar la masa fiscal, repatriar el 60% de los impuestos no cobrados a los ricos, vuelta a la tarifa aduanera de productos tales como el arroz, l a arveja , la harina etc .(la tarifa aduanera del arroz y de l as arvejas pasó del 50% a 3% en 1995) vuelta al CONTINGENTEMENT de los productos importados, aumentar el impuesto sobre los ingresos de los ricos;
Limitar los gastos del Estado relativos a la compra de automóviles de lujo, a los préstamos, PERDIEM (pérdidas) escandalosas, encuentros inútiles muy costosos y los viajes inútiles a repetición;
Auditar la gestión del equipo en el poder durante estos 5 últimos años;
Repatriar los ministerios de comercio, de finanzas, de agricultura en vistas a que cumplan con su verdadera misión y sustraerlos del dominio de los expertos del FMI, del Banco Mundial, de la USAID, de las embajadas, etc.: control de los precios y de la calidad de los productos y de los servicios; subvenciones a los productores agrícolas, protección de la producción nacional (volver a la tarifa aduanera inicial de los productos);
Evaluar nuestros recursos mineros y formar cuadros haitianos para su gestión y explotación.
IV. Inscribir prioritariamente la educación en la agenda del gobierno de transición:
La educación será considerada de manera estratégica, a todos los niveles (preescolar, fundamental, secundaria, profesional, técnica y superior), como la prioridad de las prioridades del gobierno. Ella debe en este sentido retener, en el marco de la aplicación del Pacto nacional, el 35% del presupuesto nacional con el fin de llegar a una verdadera reforma educativa, orientada como lo reclaman el PROCEDH, el REPT...., hacia el desarrollo de un sistema público de educación que asegure verdaderamente la gratuidad de la escuela a todos los niveles, un tratamiento equitativo (ayudas sociales, salario de base de 50.000 gourdes, aplicación de la grilla salarial, materiales pedagógicos, cafetería en las escuelas y en las universidades...) centros de formación inicial y contínuo al nivel de cada departamento, construcción de escuelas públicas modernas, programas escolares adaptados, biblioteca municipal por comuna (Mediatecas...); para ello la continuidad de la movilización de los alumnos, de los estudiantes, de los docentes, de los padres y y del pequeño personal administrativo a todos los niveles se revela imperativo;
Establecer jardines botánicos en los 10 departamentos del país, valorizar la educación medioambiental, el conocimiento de las especies endémicas a preservar en el territorio, y la promoción de un turismo ecológico.
En definitiva, l´ UNNHOH llama la atención del público en general y la de los actores políticos y sociales en lucha sobre la necesidad de una TRANSICIÓN DE LA RUPTURA que permitirá sentar las bases del cambio deseado por las masas populares desfavorecidas en lucha por una Haití equitativa soberana que permita a todos y a todas vivir en lo sucesivo, en la dignidad (económica, política, y social). Pero todos nosotros sabemos que este sueño legítimo de cambio fue siempre pisoteado y ahogado por las maniobras desleales de algunos/as, políticos/as haitianos/as ayudados/as por los sepultureros/as profesionales de los sueños populares de cambio, a nivel de la comunidad internacional.
Estos conspiradores a nivel nacional e internacional están ya hoy actuando, utilizando todas las estratagemas posibles para intentar llegar a una transición de la continuidad descartando cínicamente como siempre, a las masas populares y sus reivindicaciones.
L´UNNOH quiere alertar a todos los actores implicados (G8, G30, el Espacio de Resistencia Patriótica, a aquellos que en el Palacio Nacional, negocian sin legitimidad y contra el pueblo,...) de cualquier iniciativa que se dirija hacia una transición de la continuidad, e invita a la mayor vigilancia a las masas desfavorecidas, a todos aquellos que apoyan su lucha y que militan por otro Haití.
Por el Buró Ejecutivo de la UNNOH :
Mona Bernadel Ebens Cadet (Secretaria de los Asuntos Jurídicos Responsable de la Coord. Com. de Puerto Príncipe)
Josué Merilien (Coordinador General)
Haití: La lucha de clases y la historia detrás de la crisis electoral de 2016
x Kim Ives El ascenso de Martelly con el apoyo de Washington fue el retorno a un régimen neo duvalierista, contra el programa antiimperialista de Aristide
Extrapolando una observación formulada por su primer maestro, Hegel, Karl Marx dijo algo que se hizo famoso: «la historia se repite, la primera vez como tragedia, la segunda como farsa». Esta máxima me viene a la cabeza cuando examino la dinámica de clases que rodean los últimos días del régimen de Michel Martelly en Haití estos días. Se parecen a los que sucedieron hace 30 años cuando la dictadura de Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier estaba cayendo.
Para comparar el Haití de 1986 con el de 2016 uno debe conocer el sustrato de clases del país.
UNA BREVE HISTORIA
Después del nacimiento de Haití en 1804 emergieron dos clases dominantes. La primera era una burguesía compradora cuyo capital estaba invertido y se reproducía en la importación de manufacturas extranjeras y la exportación de los productos agrícolas de Haití, principalmente azúcar, café y cacao. El otro grupo dominante eran los grandes terratenientes o 'grandons' que poseían, arrendaban o controlaban la tierra agrícola de Haití.
En un acuerdo semi-feudal los productores conocidos como 'dè mwatye' (dos mitades) entregaban una gran proporción de sus cosechas para la venta a los grandons.
La historia de Haití, llena de golpes de estado, refleja la lucha entre estas dos clases dominantes rivales por el poder del estado, y en consecuencia, ventajas económicas.
En 1915 los marines de EEUU comenzaron una ocupación que duró dos décadas ; hasta 1934. Durante la misma favorecieron, tanto por razones racistas cuanto económicas la de color de piel más claro (aunque no totalmente blanca) burguesía compradora.
La reacción contra este régimen sangriento, racista y brutal impuesto por EEUU fue la emergencia en 1946 de un régimen que favorecía a los grandon dirigido por el presidente Dumarsais Estimé, a quien el general Paul Magliore, en representación de la burguesía haitiana destituyó mediante un golpe de estado en 1950.
El régimen corrupto de Magloire dio lugar a la elección, en 1957 del Dr. Fançois "Papa Doc" Duvalier. Éste había sido ministro de Salud y de Trabajo de Magloire y era un dirigente de los grandons.
Para resistir el contra ataque de la burguesía y la presión política de Washington (que toleraba pero no se sentía cómodo con este régimen) Duvalier formó un cuerpo paramilitar infamemente represivo y arbitrario conocido como Voluntarios para la Seguridad Nacional ; informalmente los Tonton Macoutes (Tío Sack).
Esta organización viciosa mató decenas de miles de haitianos, frecuentemente bajo el pretexto de "luchar contra el comunismo" y su difusión desde la vecina Cuba.
Papa Doc murió en 1971, traspasando su titulo de "presidente vitalicio" a su hijo Jean Claude. Pero Baby Doc había asistido a escuelas de élite junto a los hijos de la burguesía haitiana, por lo cual su régimen se tornó algo así como un híbrido. La mitad de él estaba dominada por generales y hombres fuertes del grupo de Papa Doc conocidos como los "dinosaurios" mientras la otra mitad estaba integrada por "tecnócratas" burgueses, algunos amigos de la escuela y otros reformadores sugeridos por Washington. Los "tecnócratas" favorecieron la invesrión extranjera y el desarrollo capitalista que se profundizó más en Haití después de la muerte de Papa Doc. En 1980 Jean Claude se casó con una princesa burguesa, Michele Bennett, que devino un símblo de la infulencia burguesa, mientras su madre y viuda de Papa Doc, Simone Ovide Duvalier representaba al sector Macoute.
El régimen corrupto, represivo y bipolar de Baby Doc cayó finalmente en 1986 debido tanto a un levantamiento popular cuanto a un cambio en la política de EEUU de comenzar a reemplazar sus dictaduras militares, que provocaban revoluciones, con políticos "tecnócratas" y pro neoliberales elegidos con el apoyo financiero y político de Washington.
EL NEO DUVALIERISMO RETORNA CON MARTELLY
25 años después, en 2011, Washington impone en el poder al presidente Michel Martelly en forma ilegal mediante el doblegamiento del soberano Consejo Provisional Electoral de Haití utilizando la presión de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton.
Durante 20 años la escena policia de Haití había sido dominada por dos presidentes alternantes: el cura y ex-teólogo de la liberación Jean-Bertrand Aristide y su viejo aliado, el burgués ilustrado, agrónomo y panadero René Prèval. Sus gobiernos fueron socavados, entorpecidos y doblegados por dos golpes de estado respaldados por EEUU en 1991 y 2004, sucedidos ambos por sendas ocupaciones militares.
El movimiento de masas que llevó al poder por primera vez a Aristide en las elecciones de 1990 tuvo un programa democrático, anti duvalierista y anti imperialista. El ascenso de Martelly con el apoyo de Washington fue el retorno a un régimen neo duvalierista con un ala "Macoute" y un ala burguesa y que estuvo, después del terremoto, dirigido a eliminar el debilitado pero aún existente movimiento popular.
Durante las últimas 3 décadas la economía de Haití que era semi feudal y dirigida a la exportación había sido mayormente destruida. Aunque aún importaba automóviles, refrigeradores computadoras y perfumes, la burguesía compradora de Haití se había dirigido mayormente a construir, poseer y administrar fábricas armadoras de artículos electrónicos y vestimenta dirigidas a mercado de EEUU.
La agricultura dè mwatye que había una vez mantenido a los grandons había sido aplastada en gran parte por la inundación neo liberal de productos importados, en especial arroz, de EEUU y la vecina República Dominicana. La cambiante clase grandon, con su reciente pasado macoute se dedicó en forma cada vez más completa a negocios ilícitos como el tráfico de drogas, el secuestro, el robo de tierras y el mercado negro. Se dedicó también a hacer carrera en la policía y el ejército que resurgió bajo Martelly. Éste último había sido desmovilizado por Aristide en 1994.
Durante Martelly la burguesía ha estado representada por su primer ministro y socio de negocios Laurent Lamothe que se educó en escuelas de negocios de la Florida y se volvió un rico y exitoso magnate de las telecomunicaciones.
El ala duvalierista ha estado representada, a su vez, por la esposa de Martelly Sophia St. Rémy cuyo padre y hermano fueron traficantes de drogas, acompañada por los hijos de muchos oficiales relevantes de la era duvalierista como Constantin Mayard-Paul, Claude Raymond, la Sra. Max Adolphe y Adrien Raymond. Incluso el hijo de Baby Doc, Nicolás, tuvo un empleo en el gobierno de Martelly, junto a algunos de sus ex embajadores como Daniel Supplice y el Dr. Pierre Pompée.
También el notorio magnate Stanley Lucas, hijo de una familia grandon masacradora de campesinos que como agente del Instituto Republicano Internacional (IRI) de Washington tuvo un papel prominente en el golpe de 2004 contra Aristide, integró durante algún tiempo el gobierno Martelly.
Por su integración y programa el gobierno Martelly-Lamothe fue una fotocopia virtual del régimen de Jean-Claude que utilizó los mismos fundamentos económicos del turismo y las maquilas. Llegó hasta reflotar el mismo eslogan que había inventado los jean claudistas: "Haití abierto para los negocios".
Pero, también como el régimen de Baby Doc, el de Martelly estuvo marcado por los excesos absurdos, las luchas intestinas, las disfunciones, la corrupción y la represión que lo llevaron al borde de perder el poder a fines de 2014. Para salvar su presidencia Martelly sacrificó a su primer ministro, Lamothe, que hubiera sido en primera instancia candidato de su partido, el Partido de los Pelados Haitianos (PHTK) en 2015. De acuerdo a la constitución los presidentes de Haití están limitados a dos períodos no consecutivos.
Para elegir a su sucesor Martelly recurrió a un hombre de negocios desconocido: Jovenel "Neg Bananan" Moïse que había creado, con un subsidio de 6 millones de dólares del gobierno, una agro-industria libre de impuestos ("Agritrans") para exportar bananas principalmente a Europa.
Con su agronegocio dirigido a la exportación, basado en la desposesión de pequeños campesinos, Jovenel Moïse representa lo que los haitianos llaman la alianza "burguesía macoute" que caracterizó a los regímenes de Martelly y Baby Doc.
Muchos especulan que las tierras estatales que han sido arrendadas a Agritrans serían eventualmente otorgadas a intereses mineros extranjeros para continuar la explotación de oro en las montañas del norte de Haití. Esta operación destructora del ambiente ha sido frenada por ahora.
Los hijos de la burguesía compradora de Haití y de los grandons, así como otras capas pequeño burguesas van habitualmente a colegios extranjeros en Europa, los EEUU o Canadá. Allí devienen frecuentemente médicos, abogados, ingenieros u otros profesionales pasando a formar la "classe moyenne" o clase media de Haití.
Con la degeneración de la economía haitiana docenas de integrantes de la "classe moyenne" se han volcado a la política con el fin de obtener un pedazo del estado, que se ha vuelto la "industria" más viable en los últimos años.
LA LUCHA QUE QUEDA POR DELANTE
A través del fraude electoral pergeñado en las elecciones de primera vuelta del 25 de octubre Martelly trató de colocar a Jovenel que debía ir a una segunda vuelta liderando con un 33% de los votos (esto a pesar de que una encuesta brasileña a boca de urna sugería que quedó cuarto con apenas 6% de los votos). La segunda vuelta programada por última vez para el 24 de enero después de dos postergaciones, fue suspendida en forma indefinida el 22 de enero. Cinco de los nueve miembros del CPE, incluyendo su presidente Opont Pierre-Louis han renunciado.
A pesar de que había 54 candidatos presidenciales hay sólo tres pesos pesados en la oposición a Jovenel y Martelly; dos de ellos son “Lavalas”.
El primer candidato Lavalas es el Dr. Maryse Narcisse del antiguo partido “Familia Lavalas” de Aristide que quedó supestamente en el 4o. Lugar con 7% de los votos. Después viene la disidente Plataforma de los Hijos de Dessalines del ex senador Moïse Jean-Charles que quedó supuestamente tercero con el 14% de los votos.
El tercer peso pesado es el que quedó supuestamente en el segundo lugar (con el 25%), Jude Célestin del Partido Haitiano para el Progreso y el Empoderamiento (LAPEH), afiliado, aunque sea informalmente, con las plataformas de Préval: Vérité e Inite. Célestin compitió bajo esas banderas en 2010.
Tanto Washington como Martelly querían marginalizar a los dos candidatos de Lavalas y mantenerlos fuera de cualquier segunda vuelta. A pesar de que sus dirigentes adoptaron posiciones moderadas sus bases populares se mantienen muy movilizadas y son peligrosamente radicales.
Por lo tanto ; Washington quiere un sistema monolítico de dos partidos en Haití (parecido al de EEUU), que establecería una alternancia entre jugadores, parámetros de debate y programas políticos "aceptables". El símil republicano sería el PHTK, mientras que el demócrata provendría de la actual constelación de Préval: LAPEH, Verité o Inite.
No sorprende que Lamothe, el cantante Wyclef Jean y grandes sectores de la élite dirigente haitiana apoyen ahora a Célestin, el cual daría a Washington la misma fiel, aunque reticente colaboración. Tal cual Préval lo hacía.
Célestin y otros siete de los candidatos líderes que compitieron (con la excepción del FL) integran el "grupo de los ocho" (G8) cuya unidad es más formal que real. Mientras que las masas en manifestaciones gigantescas demandan la anulación de las elecciones y el arresto de Martelly ; el GI y FL no lo hacen.
Insisten, en cambio, en una "comisión de evaluación independiente" que revise los resultados del 25 de octubre. Cada uno de los 3 "pesos pesados" afirman que ganaron la elección en primera vuelta. Cualquiera fuera el resultado de la comisión de revisión seguramente hará volar la frágil unidad de la coalición.
Mientras tanto la masas continúan haciendo públicas su frustración y furia contra Martelly y las fallidas elecciones que permitó después de una demora de 4 años.
El presidente del senado y la asamblea nacional, Jocelerme Privert han propuesto una complicada transición basada en la salida de Martelly el 7 de febrero y la permanencia del parlamento electo. Ello a pesar de que la elección de muchos de los parlamentarios elegidos es fuertemente cuestionada. El G8 propone una transición en la cual los parlamentarios electos en forma fraudulenta serían expulsados selectivamente.
El elemento que falta en este cóctel revolucionario, en este momento, es una vanguardia, partido revolucionario o frente para liderar y elevar las crecientemente radicales exigencias de las masas. Corrientes como la Coordinación Dessalines (KOD) el Movimiento Democrático Popular (MODEP) y otros han mantenido conversaciones pero no han forjado aún una unidad operacional.
Sin embargo, si nos atenemos a la historia, la crisis política de Haití y su potencial revolucionario prometen continuar por, al menos, varios meses. La ventana después de la caída de Baby Doc en 1986 duró cuatro años, hasta que el movimiento popular llevó a cabo una revolución política el 16 de diciembre de 1990 con la primera elección de Aristide.
Muchos veteranos y estudiantes de las luchas de los 80 y los 90 se dan cuenta de que una revolución social más profunda (que cambie las relaciones de propiedad, sobre todo relativas a la tierra) es necesaria para que un gobierno progresista o revolucionario sobreviva.
Más aún, la clase dominante está, o bien dividida, o bien insegura acerca de como avanzar y mantenerse en el poder. Ello ofrece una oportunidad única para un levantamiento en Haití.
Todos estos acontecimientos dan esperanzas de que el movimiento anti imperialista de campesinos, trabajadores y los desocupados urbanos que comenzaron con la expulsión de Duvalier hace 30 años puedan finalmente lograr algún avance después de sus muchas derrotas.
Haití: El vacío de poder se alarga a cuatro meses
Parece una escena de “Bananas” de Woddy Allen.
“ Como presidente de esta autoridad electoral imparcial encomendada en garantizar una elección presidencial limpia e incuestionable, proclamo al ganador en la elección a presidente, el ganador es... ¡SOY YOOOO!!!”
El 7 de febrero el presidente de la Asamblea Nacional haitiana, Jocelerme Privert, ante el cese de Michel Martelly en su cargo de presidente, y sin sucesor electo para ese cargo, dijo:
“ Desde ahora declaro que hay un vacío de poder".
Todas las “instituciones internacionales” hasta el momento habían respaldado por completo al régimen de Martelly, y también a su intento de continuidad por medio de una elección descaradamente fraudulenta, siendo completamente concientes de esa situación pero restándole importancia. Esta es la versión del subsecretario de Defensa, Jorge Menéndez, según la diaria, 14 de diciembre:
“ Las autoridades del Poder Ejecutivo argumentaron que en Haití se celebraron elecciones, y frente a los cuestionamientos de algunos sectores sociales y políticos de ese país sobre la validez de los resultados de los comicios, Menéndez señaló que la democracia haitiana no es comparable con la uruguaya porque es más 'endeble'”.
En ese momento todas esas “instituciones” (de alguna manera hay que llamarlo) esperaban que el fraude electoral montado por Martelly culminase “normalmente” el 27 de diciembre, con la segunda vuelta de la elección presidencial. Pero confiarse demasiado en que un fraude escandaloso pueda cumplirse sin contratiempos, no es prudente. La oposición se unió en la denuncia, renunció la mayoría de los miembros del Comité Electoral dejando disuelto de hecho ese organismo, y la protesta popular ganó las calles.
El último acto del fraude no se pudo hacer el 27 de diciembre, se intentó entonces que fuese el 24 de enero, el tiempo se agotaba porque Martelly tenía que cesar el 7 de febrero. Nuevamente esas instituciones intentaron presionar por arriba, pero ya era tarde. Un levantamiento popular generalizado el 22 de enero frustró ese plan, y Martelly debió cesar el 7 de febrero.
Ese fue el “vacío de poder”, que a todas las “instituciones” preocupó, no debería durar más de 7 días. El parlamento elegiría un presidente interino para gobernar durante 120 días, y hacer “elecciones” para el nuevo presidente.
¿Qué “elecciones”? Todas las recomendaciones, advertencias, llamados al diálogo, etc. Etc. que han venido de la OEA, la UE, gobierno de EEUU y otros gobiernos que opinan, se refieren a la SEGUNDA VUELTA que no se ha podido realizar hasta ahora, dando por buena sin vacilación alguna la PRIMERA VUELTA que ha sido denunciada por 8 de los nueve candidatos. De anular el fraude previo, ni palabra.
¿Por qué no se ha podido realizar hasta ahora esa segunda vuelta, y se ha desatado esta “crisis” que tanto les preocupa? Porque todo el proceso previo, incluyendo la primera vuelta presidencial y también las elecciones parlamentarias que han dado origen a esta Asamblea Nacional, está cuestionado por la totalidad de la oposición haitiana, todas las organizaciones sociales, todos los partidos políticos excepto el de Martelly, y por el pueblo movilizado en la calle durante semanas.
La situación se agrava además, porque a la penuria histórica del pueblo haitiano, sometido a las peores condiciones de explotación, se suma la tragedia de inundaciones en el norte del país, que ya han significado varios muertos. La sociedad haitiana, gravemente empobrecida, es muy vulnerable a estas tragedias naturales. La debilidad institucional del Estado no permite contar con mecanismos de contención o prevención para estas catástrofes.
¿Qué les hace pensar a esas instituciones y gobiernos extranjeros que la crisis política actual, agravada además por el ahondamiento de los conflictos sociales, podría resolverse con un zurcido, que es el mismo zurcido rechazado por todo el pueblo haitiano?
La solución que propone esta corriente de tutelaje internacional sobre Haití, tutelaje sostenido además por la ocupación militar del país por tropas extranjeras, es llamar al “diálogo”.
¡El requisito de cualquier diálogo es escuchar al otro!
Hay algo muy importante que hay que señalar. Aun en esta situación acuciante del pueblo haitiano, no ha estallado ninguna guerra civil, que es el fantasma que han estado agitando todo este tiempo. Por el contrario, ha cesado la represión sistemática del gobierno contra el pueblo. EL VACÍO DE PODER NO ES UN PROBLEMA, AL MENOS POR AHORA ES UNA SOLUCIÓN.
Difícilmente se encontraría una justificación más clara a la exigencia de CESE DE LA OCUPACIÓN EXTRANJERA Y RETIRO INMEDIATO DE LAS TROPAS .
El llamado al “diálogo” en estos términos, haciéndose el sordo a las demandas del otro, no es más que el llamado al sometimiento, a que el pueblo haitiano acepte la prolongación de la dictadura injerencista, camuflada “democracia endeble”, según la llama nuestro subsecretario de Defensa.
Pues si es endeble, señores, busquemos una democracia robusta yendo a la raíz. Que el pueblo haitiano resuelva sus problemas sin injerencia extranjera .
Para “evitar que Haití caiga en el vacío institucional y en una situación de caos", se requería “un Gobierno de transición que restaure la estabilidad política y social en el país y garantice después las condiciones para celebrar unas elecciones creíbles”, “un gobierno de transición representativo y plural”, “cuya legitimidad y sostenibilidad sería garantizada con la participación y compromiso de todos los actores políticos y sociales”, son palabras de Luis Almagro, secretario general de la OEA, el 27 de enero.
Y entonces tenemos este broche de oro. El parlamento haitiano realiza, dando plenas garantías de “credibilidad”, una elección de un presidente interino. La autoridad electoral que realiza esas elecciones es ese parlamento, la que controla los requisitos de los candidatos y dice quién puede presentarse y quién no es ese parlamento, la que cuenta los votos es ese parlamento. Esa autoridad electoral está presidida ¡por el que sale electo presidente!
Carta al presidente reclamando el retiro de tropas de Haití
Sr. Presidente de la República Dr. Tabaré Vázquez
Las personas y organizaciones firmantes le reclaman hoy que proceda al RETIRO TOTAL E INMEDIATO de las tropas uruguayas en Haití. Ese retiro será el cumplimiento estricto de la letra y el espíritu del segundo párrafo del artículo 2 de la ley 19363 por la que nuestro parlamento prorrogó en diciembre la permanencia de las tropas uruguayas en Haití, previendo que el presidente pudiera decidir el retiro inmediato y total de las tropas si la situación lo ameritaba. Es eso exactamente lo que pasa en Haití hoy; un nuevo escenario político generado por la irrupción de las masas, y el pueblo organizado decididos a terminar con la injerencia extranjera en defensa de su soberanía. La rebelión masiva del 22 de enero del 2016 del pueblo haitiano ha frustrado el plan de perpetuación en el poder de gobiernos digitados por el Departamento de Estado norteamericano, como el régimen de Martelly, por medio del fraude electoral, rechazado por toda la oposición. La miseria y las penurias a la que este pueblo es sometido, ha provocado la movilización masiva contra el régimen y la ocupación.Martelly ya no está más, las sucesivas misiones de instituciones internacionales no han solucionado nada. Solo y unido, el pueblo haitiano ha encontrado el camino por sí mismo, ganando durante meses las calles pacíficamente, y elaborando proyectos para un gobierno de transición consensuado entre todos los sectores opuestos al sometimiento del país , lo que desmiente cualquier justificativo que hoy se quiera dar a la injerencia. Lo que ocurre hoy en Haití ? ? da por tierra los fundamentos que se han alegado para mantener la ocupación extranjera. En doce años no logró la "estabilización", en vez de contribuir a ella, llevó el cólera, violaciones prostitución y represión. Ni siquiera se sostiene ya la razón aducida en nuestro parlamento de estar allí para que el proceso electoral ( fraudulento) concluyese . Durante todos estos años los haitianos han reclamado el respeto a su derecho a la autodeterminación y el retiro de la ocupación de la MINUSTAH. ? Uruguay debe retirar sus tropas sin más dilaciones. ?
El pueblo uruguayo siempre ha escuchado al pueblo haitiano, todas nuestras organizaciones sociales han reclamado desde el primer día el cese de la ocupación. Ahora, el gobierno uruguayo debe escucharlo. Lo que este pueblo hermano necesita es una ayuda sin soldados ni armas ni tutelas, la ayuda solidaria y voluntaria propuesta en forma reiterada por trabajadores uruguayos sin encontrar eco, ayuda por otra parte, siempre ofrecida sin pedir retribuciones económicas especiales a cambio. Lo que el pueblo haitiano necesita, es el respeto a su autodeterminación, señalando la necesidad del retiro absoluto de todas las tropas y potencias extranjeras ocupantes de Haití.
Justificada (sic) presencia militar en Haití
El Observador- Opinión editorial, febrero 11 de 2016
La presencia militar uruguaya en Haití, como parte de las fuerzas de paz de Naciones Unidas, se justifica por ventajas que superan largamente las objeciones que plantean algunos dirigentes políticos. Aunque no es el beneficio principal, genera recursos financieros al Estado (1) y mejora los magros ingresos de los soldados que participan en los contingentes de la ONU en ese país y en África (2). Más importante es el prestigio adicional que aporta al país en el exterior (3) y, sobre todo, la contribución de esas unidades a promover orden pacífico y atender las condiciones de vida en una nación históricamente tumultuosa y empobrecida. (4)
La presencia y el accionar eficiente de nuestros militares en las fuerzas multinacionales de paz no solo es reconocido por la ONU, que reiteradamente recurre a los gobiernos uruguayos para integrar esos contingentes en diferentes partes del mundo. Contribuye además, dentro del país y especialmente para el Ejército, a apuntalar una percepción social más positiva de la estructura militar, hostigada durante largo tiempo por los recuerdos de excesos represivos en la época dictatorial. Por un lado, las Fuerzas Armadas de hoy no tienen paralelo alguno con las que operaron hasta el restablecimiento de la democracia hace 30 años. (5).
Por otro, han incidido en el mejorado concepto popular instancias recientes de decisiva asistencia militar para aliviar amenazas al bienestar de la población civil. Durante el último período de graves inundaciones, y como había ocurrido en instancias similares de años previos, fue vital la asistencia de efectivos militares a los damnificados. Incluyeron tareas de rescate y alojamiento y alimentación a quienes debieron abandonar sus casas. Y tuvo un aprobatorio impacto público la imagen de cientos de soldados en Montevideo y Salto saliendo a las calles a recoger las montañas de basura que habían superado a los gobiernos departamentales y se habían convertido en serias amenazas sanitarias. (6).
Más pertinente a las funciones específicas de la estructura militar es su presencia en Haití. Quienes la rechazan argumentan que viola el principio de no intervención en los asuntos internos de otro Estado (7). Pero su error en notorio. En primer lugar, no se trata de una acción uruguaya sino que es dispuesta por Naciones Unidas (8), el organismo integrado por todas las naciones y cuyo cometido fundamental, aunque lo cumpla muy a medias, es mantener el orden y la paz mundial (6). Como en Haití no hay paz ni orden (9), la intervención de la ONU, no de Uruguay, es claramente procedente.
Desde que la sangrienta rebelión de los esclavos liquidó el dominio colonial de Francia y convirtió a Haití en nación independiente en 1803, el país ha vivido una historia ininterrumpida de dictaduras y convulsiones políticas, corrupción generalizada y extrema pobreza y desprotección para la gran mayoría de la población. Fiel a estos antecedentes, se ha acordado ahora un frágil gobierno provisional luego de elecciones anuladas por fraudulentas y en medio de disturbios callejeros. En estas circunstancias, un elemento estabilizador que puede ayudar al endeble orden institucional es la fuerza de paz de la ONU (10), en la que los militares uruguayos desempeñan un papel gravitante. Esta realidad avala sólidamente la razón de su participación en ese y otros contingentes similares en cualquier parte del mundo donde son necesarias.
(1). Falso, según surge de las cifras del propio MDN las "misiones de paz" son una CARGA para el Estado uruguayo, ONU paga el 30% del costo en viáticos, mantenimiento de equipo -solamente- en operaciones, y municiones usadas. Uruguay paga el 70%, en sueldos y sobresueldos, compra de equipos y armas que luego terminan en chatarra, entrenamiento para escenarios completamente distintos a los de nuestro territorio, recuperación de enfermedades que eran desconocidas en nuestro país.
(2) Vergonzoso. Las precarias condiciones de sectores indigentes de nuestra población debe resolverse por la creación del trabajo genuino, y eventualmente por planes de asistencia social que significarían para el Estado un gasto mucho menor que estas fuerzas armadas inútiles y parasitarias.
(3) Cínico. Todo el mundo vio la violación de un joven haitiano por militares uruguayos, y menos conocidas pero reales son las reiteradas violaciones de menores de los efectivos en el Congo, el accidente aéreo fatal en Haití producto de mandar deliberadamente pilotos no calificados falseando sistemática y deliberadamente las cifras de horas de vuelo, y un largo etcétera.
(4) Es exactamente al revés, es la intervención extranjera lo que ha traído esta situación en Haití, comenzando por el derrocamiento en 2004 del presidente Aristide, electo por la amplia mayoría del pueblo haitiano. A esto se suman muchos otros daños, como la introducción del cólera por las fuerzas nepalesas de la MINUSTAH, que ha provocado 10 mil muertos y 800 mil afectados, se ha extendida a RD y Miami.
(5) Que siguen manteniendo el pacto de silencio sobre esos crímenes, entre otras cosas.
(6) Para ninguna de estas funciones es necesario que el personal tenga la condición de militar. Esos recursos deben ser transferidos a instituciones civiles. Lo que se trata de hacer con todo esto es justificar la existencia de fuerzas armadas que no sirven para la guerra, aplicándolas de vez en cuando a finalidades no militares. ¡No sirven ni para conservar las armas que se les dan!
(7) Da la casualidad que los primeros que rechazan esta intervención son los propios haitianos.
(8) Dos mentiras. Una, la ONU no tiene derechos absolutos sobre el territorio del mundo para hacer lo que se le ocurra, debe respetar la ley internacional, cosa que en este caso no hace. Y otra, Uruguay no está obligado a acompañar a la ONU en sus fechorías, y que lo haga la ONU no cambia la naturaleza del hecho, violación de la autodeterminación haitiana.
(9) Falso y calumnioso. Hoy en Haití no hay presidente, porque el pueblo haitiano no aceptó la imposición fraudulenta. Eso no ha traído ninguna guerra civil, como se ha sostenido todo este tiempo. Los haitianos han demostrado que pueden perfectamente hacerse cargo de su propio destino. Y si ese el argumento, ¿por qué no intervenir el México?
(10) Todo lo contrario. La MINUSTAH ha contribuido a la inestabilidad en Haití al sostener el régimen de Martelly, cuyo despotismo ha llevado a esta situación. Por otra parte ¿doce años no son suficientes para demostrar que esta intervención no conduce a la estabilidad institucional de Haití.
El texto de este editorial tiene más de 10 mentiras, pero, realmente, es demasiado.
POR EL RETIRO TOTAL E INMEDIATO DE LAS TROPAS DE HAITÍ
La coordinación por el retiro de las tropas de haití convoca a una concentración este jueves 18 de febrero a las 18.30 horas, frente a la Torre Ejecutiva , Plaza Independencia, para reclamar al presidente , el inmediato retiro de las tropas de Haití.
Se entregará a la Presidencia de la República, una carta, firmada por el Pit-Cnt, la Feuu, el Serpaj, la fundación Vivián Trías, la fundación Ricardo Zabalza, José Díaz, Abel García , Daniel Gatti , entre otras, planteando firmemente, ante la nueva situación, que proceda AL INMEDIATO RETIRO DE TODAS LAS TROPAS DE NUESTRO PAÍS EN HAITÍ, ESCUCHANDO LA VOLUNTAD DEL PUEBLO HAITIANO, tal como la propia ley votada en diciembre último habilita.
Ese retiro es la reparación de un crimen de estado contra otro pueblo desde hace 12 años, y un acto de estricta justicia, democrático y democratizador.
TEXTO DE LA CARTA A ENTREGAR:
Montevideo, 18 de febrero de 2016
Sr. Presidente de la República Dr. Tabaré Vázquez
Las personas y organizaciones firmantes le reclaman hoy, una vez más, que proceda al RETIRO TOTAL E INMEDIATO de las tropas uruguayas en Haití.
Ese retiro será el cumplimiento estricto de la letra y el espíritu del segundo párrafo del artículo 2 de la ley 19363 por la que nuestro parlamento prorrogó en diciembre la permanencia de las tropas uruguayas en Haití, previendo que el presidente pudiera decidir el retiro inmediato y total de las tropas si la situación lo ameritaba. Es eso exactamente lo que pasa en Haití hoy; un nuevo escenario político generado por la irrupción de las masas, y el pueblo organizado decididos a terminar con la injerencia extranjera en defensa de su soberanía.
La rebelión masiva del 22 de enero del 2016 del pueblo haitiano ha frustrado el plan de perpetuación en el poder de gobiernos digitados por el Departamento de Estado norteamericano, como el régimen de Martelly, por medio del fraude electoral, rechazado por toda la oposición. La miseria y las penurias a la que este pueblo es sometido, ha provocado la movilización masiva contra el régimen y la ocupación. Martelly ya no está más, las sucesivas misiones de instituciones internacionales no han solucionado nada. Solo y unido, el pueblo haitiano ha encontrado el camino por sí mismo, ganando durante meses las calles pacíficamente, y elaborando proyectos para un gobierno de transición consensuado entre todos los sectores opuestos al sometimiento del país, lo que desmiente cualquier justificativo que hoy se quiera dar a la injerencia.
Lo que ocurre hoy en Haití ?da por tierra los fundamentos que se han alegado para mantener la ocupación extranjera. En doce años no logró la "estabilización", en vez de contribuir a ella, llevó el cólera, violaciones prostitución y represión. Ni siquiera se sostiene ya la razón aducida en nuestro parlamento de estar allí para que el proceso electoral (fraudulento) concluyese. Durante todos estos años los haitianos han reclamado el respeto a su derecho a la autodeterminación y el retiro de la ocupación de la MINUSTAH.
Uruguay, pensamos firmemente, debe retirar sus tropas sin más dilaciones.?
El pueblo uruguayo siempre ha escuchado al pueblo haitiano, todas nuestras organizaciones sociales han reclamado desde el primer día el cese de la ocupación. Ahora, el gobierno uruguayo debe escucharlo.
Lo que este pueblo hermano necesita es una ayuda sin soldados ni armas ni tutelas, la ayuda solidaria y voluntaria propuesta en forma reiterada por trabajadores uruguayos sin encontrar eco, ayuda por otra parte, siempre ofrecida sin pedir retribuciones económicas especiales a cambio. Lo que el pueblo haitiano necesita, es el respeto a su autodeterminación, señalando la necesidad del retiro absoluto de todas las tropas y potencias extranjeras ocupantes de Haití.
NOTA: Para sumar adhesiones a esta carta, escribir a
Haiti No Minustah : haiti.no.minustah @ gmail.com
ANEXO: DECLARACIÓN DEL SECRETARIADO DEL PIT-CNT
?Ante el levantamiento popular por soberanía del pueblo haitiano, nuestro Pit-Cnt, considera necesario que el gobierno revea su posición respecto de la mantención de tropas uruguayas en Haití y proceda a retirarlas en forma inmediata e incondicional.
Desde el derrocamiento del gobierno de Aristide hace ya 12 años con la participación de tropas de los EEUU, Canadá y Francia, cuando se truncó el proceso democrático haitiano, nuestro movimiento sindical junto a todo el movimiento social uruguayo, hemos condenado la ocupación de ese país. Nos opusimos entonces al envío de tropas uruguayas a esa ocupación. Éramos conscientes que la violación del principio democrático fundamental de la autodeterminación de los pueblos, daña y nos daña.
Hoy, un día sí y otro también, cientos de miles de haitianos han decidido tomar su destino en sus manos, frenando el "golpe electoral" de las fuerzas neoduvalieristas y norteamericanas. Y exigiendo el fin de la injerencia extranjera, el retiro inmediato de todas las tropas de Haití que ellos consideran "de ocupación" junto al propio parlamento haitiano (es a ellos a quién corresponde definir el carácter de la intervención y no precisamente a la "comunidad internacional" o al gobierno digitado por ella).
Conscientes que la ley votada en diciembre del año pasado en nuestro país, habilita expresamente al poder ejecutivo a retirar en forma inmediata las tropas uruguayas de las minustah, y solidarios con el levantamiento soberanista del pueblo haitiano, creemos que el gobierno uruguayo no puede hacer oídos sordos a estos reclamos, marcando un camino democrático y democratizador, atendiendo e invitando a atender el respeto al derecho de autodeterminación reclamado con fuerza por el movimiento popular haitiano.
Secretariado del PIT-CNT. Montevideo, 16 de febrero de 2016?
Artículos enviados por Fernando Moyano
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